miércoles, 6 de enero de 2016

Vuelvo a perdonarte

Vuelves y te marchas
como te da la gana
y no de mente,
(¡ójala sólo fuera
de mi mente!),
también de mi vida.
Me vuelves loca.
Confundes mis sentimientos
y lo peor de todo:
me haces perderme
por el camino,
sí, de la soledad,
pero un camino
al fin y al cabo.

Me pides perdón
y yo me hago la tonta,
cuando en el fondo
me muero
por perdonarte,
por besarte,
por amarte
y ¡maldita sea!
también
por tenerte.
La rueda sigue
como siempre.
Me haces daño,
lloro,
sufro
y, finalmente,
olvido.

Entonces,
vuelves
y me cuentas
lo imbécil que has sido
como si lo sintieras,
como si no lo supieras
desde el principio.
Y dudo,
dudo tan sólo un instante,
tan pequeño,
breve e
insignificante
como mi corazón
lo es para ti.
Y vuelvo a perdonarte.

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