domingo, 10 de enero de 2016

Poema para Blanca

Tú nunca fuiste
de normas
ni de convencionalismos
ni de ser
como los demás
quieren que
seas.
Pero,
sinceramente,
a mí
me encantas
tal como eres.

Hiciste
que los viernes 13
no tuviese
mala suerte,
porque
mi suerte
eres tú;
y destruiste
al gato negro,
al paraguas abierto,
al cristal roto,
al derrame de sal.

Fuiste
a todas las manifestaciones,
sin quedarte
en el sofá
un domingo
por la mañana.

Cambiaste
mi manera
de ver el mundo
y abriste
mis ojos miel,
que anteriormente
estuvieron
tan cerrados
como la tele quería.

Fuiste
la brújula
de Phileas Fogg,
aunque tú
siempre supiste
dar la vuelta al mundo
en cincuenta,
y no ochenta,
días.

Fuiste el ''sí, quiero''
de la libertad
o de la primera
boda homosexual.
Fuiste el primer
voto de la mujer.

Fuiste todos los poemas
de amor
de Góngora,
y dejaste
boquiabierto
a Quevedo.

Fuiste
la bondad
de Gandhi,
la inteligencia
de Marie Curie
y el espíritu
luchador
de Clara
Campoamor.

Fuiste
la tinta
de mis escritos.

Fuiste
una rosa
blanca.
Blanca
porque siempre fue
más bonito
el blanco
que el negro;
aunque pienses
lo contrario.

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