viernes, 8 de enero de 2016

Tus labios

Me tropecé con tus ojos,
quizás mañana
me tropiece
también
con tus labios.
Y te quedaste
mirándome,
haciéndome
albergar
alguna esperanza
de las pocas
que quedan ya.

Eres como la luna,
que todas las noches
aparece
y parece estar tan cerca,
pero en realidad
está tan lejos...
Todo el mundo
quiere llegar a ella,
o al menos tocarla.
Nadie lo consigue.
Solo una vez
pudieron llegar
y pisarla.
Pero yo no quiero pisarte
como los demás;
tan sólo besarte.

Decía Góngora
"Porque aquel ángel fieramente humano
no crea mi dolor, y así es mi fruto
llorar sin premio y suspirar en vano".

Se nota que no eres de letras,
pero yo tampoco fui mucho de letras,
excepto las de tu nombre;
ni de números,
salvo la fecha en la que te conocí;
ni de muchos labios,
porque los únicos
que me interesaban
siempre
fueron los tuyos.

Y así es mi fruto
llorar sin premio,
y suspirar en vano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario