sábado, 18 de junio de 2016

Sal de todas esas ruinas en las que andas metida

Me duele verte así.

Me duele ver a mi hada azul
rompiéndose en pedazos,
cortándose las alas
que la hacían volar.
Yo sólo quiero que vueles,
como antes hacías.

Me duele ver lágrimas
cayendo por tus mejillas
en las que probablemente
todavía hacen falta mis besos,
mis abrazos,
mi amor.

Me duele verte así
porque yo sólo quiero
recomponer los pedacitos
de tu corazón
que andan esparcidos
en quién sabe dónde.

Eres una luchadora, pequeña.
Eres todo lo que yo soñé ser,
eres la mano del artista,
el beso del fugitivo,
la tormenta de revoluciones,
la aurora boreal en unos ojos miel.
Eres intensidad,
inteligencia,
talento,
revolución,
esplendor.

Veo que tienes los labios manchados de sangre,
las manos temblorosas
y unos ojos que buscan esperanza entre ruinas.
Y es que estás en ruinas.

Pequeña, yo sólo quiero salvarte.
Sólo quiero sacarte de todas esas ruinas
en las que andas metida,
sólo quiero susurrarte bellezas
para que esboces esa sonrisa tan preciosa
que guardas en tu bello rostro,
sólo quiero llenarte de felicidad.

Pequeña, antes lo conseguíamos.
Antes hallábamos esperanzas
en los rincones más oscuros de la vida,
antes podíamos soportar todo el peso
aunque no sin esbozar antes una sonrisa.

Pequeña, sal de ahí.
Estoy tratando de reconstruir
tu pequeño corazón,
estoy limpiando la suciedad
que estaba en tu cabeza
y lo quiero conseguir.

Pequeña, sal de ahí.
Yo sólo quiero que dejes de esconderte
en el oscuro túnel de tus pensamientos.
Yo sólo quiero iluminar un camino distinto
para que tú y tus heridas
podáis seguir andando.

Pequeña, por favor te lo pido,
sal de ahí
porque me duele,
porque me duele verte así.

Sólo quiero que seas mío

No quiero que seas
ni mi príncipe azul
ni mi media naranja
ni todas aquellas cosas
que se inventó Disney,
aquellas cosas
con las que las niñas sueñan,
las princesas felices,
las reinas poderosas,
las hadas azules.

No quiero que lo seas
porque yo nunca fui
ni reina
ni princesa
ni hada.
Yo sólo soy una mujer,
pequeña,
pero una mujer
que ya conoce bastante
porque ha aprendido a palos,
a golpes contra la pared,
a puñetazos.

Yo sólo quiero que seas
el que me comprenda
cuando ni yo misma me comprendo,
el que llene mi vida
de rosas azules,
blancas,
rojas,
de todos los colores
para salvarme
de la sociedad monocromática
en la que vivimos.

Yo sólo quiero que seas
el que no se enfade
a pesar de mis gritos
porque sabe
que simplemente ha sido
un día malo.

Yo sólo quiero que seas
el que encienda
la llama de mi corazón
que se estaba apagando
después del último tornado.

Yo sólo quiero que seas
el que me haga entender
que, por fin, alguien
también lo da todo
por mí
sabiendo que yo lo doy todo
por él.

Yo sólo quiero que seas
el que me acaricie
y entienda que estoy cansada,
el que no me insista,
el que me haga sentir que soy escuchada.

Yo sólo quiero que seas
el que me de
los buenos días
y las buenas noches,
pero no por escrito
sino en persona,
con besos,
con abrazos,
con amor.

Yo sólo quiero que seas
el que me cuide,
el que me diga
''mi pequeñita,
mírate,
eres preciosa''
y que me haga
sentir como tal.

Yo sólo quiero que seas
el que me quiera.
Sólo eso.

domingo, 12 de junio de 2016

Cerrando el libro y escribiendo otro totalmente distinto

Si me estás escuchando,
si estás leyendo esto,
quiero que sepas
que no me he olvidado
de lo vivido a tu lado.

Que sigo recordando
los besos que nos dimos,
las caricias y los mimos,
todas aquellas cosas
que me hacían dormir tranquila,
aquellas cosas
que me hacían entender
que tú también me querías.

Quiero que sepas
que no he olvidado
las tardes por Sevilla,
las risas que sólo tú me producías,
los abrazos que me hacían sentirme segura.

Quiero que sepas
que sigues en mi mente,
que no te has ido todavía.

Pero también quiero que sepas
que estoy pasando página,
que te recuerdo,
sí, claro que te recuerdo,
pero sólo son recuerdos,
nada más.

Estoy cerrando el libro
todavía con la mano temblorosa,
pero tengo a alguien al lado
que me está sujetando la otra mano
y me está ofreciendo un libro distinto
para volver a escribir
una historia diferente.

El corazón tiene algunas heridas
que costara quitar,
pero lo estoy cerrando
y eso es lo que importa.

Me está costando.
Ando aún pensándote
pero él ha aparecido
afortunadamente.
Y aunque no lo creas,
está llenando mi vida de felicidad
y me está dando la ayuda suficiente
para no mirar más atrás.

He cerrado la puerta del corazón
porque ahora ya no te pertenece a ti.
No te equivoques,
no te tengo rencor.
Te doy las gracias
porque me llenaste de margaritas
y me susurraste
cosas bonitas
y sinceras,
que eso es lo importante.

Pero quiero pasar página.
Quiero cerrar el libro.
No quiero más llantos.
No quiero más miradas al pasado.
No quiero más labios de marfil.
No te quiero más a ti.

Lo único que quiero
es empezar
un nuevo libro
que en la portada
lleve su nombre
y que esté escrito
por algo llamado
felicidad.

Espero conocer
al autor
que lo escribió.


Sólo quiero que lo sepas.

sábado, 4 de junio de 2016

Me ha hecho sonreír

Estoy sonriendo.
Y no porque me insistan
ni siquiera porque me lo pidan,
simplemente porque quiero.
Porque soy feliz.
Estoy sonriendo
porque hoy más que nunca
me siento bien.

Hoy he mandado a la mierda
a todos los convencionalismos
y le he dicho a las opiniones de los demás
que ya no me importan.
Que yo soy yo,
él es él
y qué más dará el resto.

Hoy me ha llamado preciosa
y no sólo eso:
también he visto sinceridad
en su mirada.
He visto todas las cosas
que se me había olvidado
que existían:
he visto rosas blancas,
miradas intensas
y una sonrisa sincera.
Hoy me ha sonreído.

Hoy he creído tocar el cielo
con un solo beso.
He saboreado el momento
y ni siquiera he sentido tristeza.
Porque, con él,
nada es triste.
Hoy me ha hecho sentir Afrodita
y no por la sexualidad,
sino por la belleza.

Hoy las estrellas han bailado
en torno a nosotros,
la luna ha brillado tanto como sus ojos
y el paisaje más bello
era él,
nada más que él.

Hoy he saboreado gloria
y he mirado la aurora
que se hallaba escondida
en su mirada.

Hoy he reído
y no por pura inercia.
Hoy las mariposas han revuelto
el estómago
y han formado un huracán
dentro de él.

Hoy he sentido que acariciaban
mi corazón
y no lo destrozaban.
Hoy me ha hablado de bellezas infinitas
y me ha nombrado a mí.
Sólo a mí.

Hoy me ha cogido de las manos
y creo que he cumplido un sueño.
Hoy me he enamorado
y es más:
me he sentido amada.

Hoy he sido feliz
porque hoy
me ha hecho sonreír.