sábado, 19 de marzo de 2016

Mi libertad eres tú

Tus manos de artista creando maravillas en un cuerpo frágil de una niña
ya algo madura.

Tus labios de seda, rozando suavemente mi piel
incitando al sexo
sin querer
(o más bien queriendo).

Tus dedos de pianista tocando el mejor instrumento que posees en la vida.
Que soy yo.

Tus brazos recorriendo mi cintura
haciendo curvas de donde sólo hay llanura.

Tu voz susurrándome "mi vida,
mi amor,
mi corazón,
desnúdate,
mírate
y siéntete
a ti misma
y siente
que eres tú misma".
Y consiguiendo que me sienta como tal.

Tu lengua traviesa divirtiéndose
enlazando bocas,
jugando a morder las cicatrices
para curar las heridas.

Tu pelo rebelde,
suave,
intenso,
que soy incapaz de no acariciar,
al que sujeto con fuerza en un momento de éxtasis vital
(o sexual).

Tus ojos mirándome
haciéndome sentir huracanes
dentro de mí,
formando olas
de dónde sólo había desierto
y produciéndome
una sensación de libertad
inigualable.

Tu voz susurrándome
que me desvista sólo para ti,
que me mire
y que me diga
que soy guapa
- porque lo soy -
y que mi cuerpo frágil
(como yo lo describo)
produce una sensación demasiado fuerte
dentro de él
para tener esa fragilidad.

Tú haciéndome gritar
como nunca lo he hecho
y gritando cosas que nunca he dicho
(y más que eróticas,
revolucionarias).

Tú quitándome la ropa
y con ello,
los prejuicios,
los estereotipos,
los miedos,
los imposibles,
los "no valgo para esto",
la vergüenza,
la autocrítica,
la poca autoestima,
la afirmación
ante el hecho de lo que la sociedad dice que soy.

Que no soy.
Y, a cambio de todo ello,
dándome sólo una cosa,
que puede parecer minoritaria,
insignificante,
absurda;
pero que es en realidad
la, más poderosa,
beneficiosa
e importante
que puedes hallar en esta vida:

la libertad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario